La equitación me ha enseñado que a pesar de las dificultades y caídas, vale la pena seguir adelante.
Me ha enseñado que es mejor el trabajo en equipo y compañía.
Me ha enseñado a hacer cosas que pensé que nunca sería capaz de hacer.
Me ha enseñado a confiar en mí misma y a confiar en el caballo.
Me ha enseñado a no tener miedo, pase lo que pase.
Me ha enseñado a ser paciente.
Y sobre todo, LA EQUITACIÓN ME HA ENSEÑADO A SENTIRME LA PERSONA MÁS FELIZ DEL MUNDO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario