-Parece
que se avecina una tormenta… –le comenté a María. Y era cierto: las grises
nubes amenazaban con un chaparrón. –A Rayo no le gusta la lluvia. Vamos a tener
que buscar refugio. –Rayo estaba empezando a sentirse nervioso e inquieto y
estaba dando botes, lo que hizo que María se asustara. –María, no estés
nerviosa que si no Rayo se pondrá más nervioso aún.
-Intento tranquilizarme pero esto no es
seguro. No tengo estribos donde apoyarme ni nada donde agarrarme.
-Te puedes sujetar a las crines. –Cogí
un mechón de las crines de Rayo y se lo tendí a María para que se agarrase.
–Por mucho que le tires del pelo, él no lo notará.
-Está bien. –María cogió el mechón, aún
un tanto insegura. El coche estaba bastante lejos y decidí apresurarme. Puse a
Rayo al galope pero un rayo apareció en el cielo oscuro y unos segundos más
tarde el sonido del trueno hizo que Rayo se encabritara y se pusiera a dos
patas. Intenté sujetar a María todo lo que pude, pero su peso me empujó hacia
atrás y me caí. María seguía sobre Rayo cuando él se alejó a galope tendido y
yo quedé inconsciente sobre el suelo húmedo. Lo último que vi fue una sombra
que se deslizaba por el bosque rápidamente y con una ligereza increíble.
Desperté cuando la tormenta había
amainado un poco. Seguía chispeando ligeramente pero el cielo se estaba
clareando poco a poco. Me dolía la cabeza y seguro que tendría un buen
coscorrón en la cabeza pero no me sangraba porque el casco me había amortiguado
el golpe. Un chico rubio, pálido, con los ojos azules, delgado y pequeño estaba
delante de mí, observándome pero sin decir ni una palabra.
-¿Quién eres? –la pregunta le
sobresaltó y se fue corriendo del bosque con una rapidez asombrosa. Intenté
detenerle pero todos mis esfuerzos fueron en vano. No podía alcanzarle por muy
rápida que fuese. Decidí abandonar pero la imagen del chico rubio se había
grabado en mi mente y mil preguntas estaban rondando en mi cabeza. ¿Quién era
ese chico? ¿Por qué me estaba mirando sin decirme nada? Estaba sumida en mis
pensamientos cuando oí un ruido de cascos y un potente relincho. Me di la
vuelta y vi a mi tan querido caballo. Le abracé con fuerza y le pregunté que
dónde estaba María. Rayo hizo un gesto con la cabeza para que me subiera a sus
lomos. Él me había encontrado y me había salvado la vida. Si no fuera por él, ahora
seguiría abandonada en el bosque comiéndome la cabeza, sedienta y hambrienta y
sin nadie a quien abrazar. Pero ahora estaba a lomos de Rayo, galopando a pelo
por la pradera como en los viejos tiempos, buscando a María. Tras unos minutos
al galope, vimos una silueta a lo lejos tirada en el suelo. Nos acercamos
rápidamente y reconocí a María que estaba inconsciente. Desmonté e intenté
despertar a María. Le di una torta en la cara para que se despertase y dos más
hasta que volvió en sí. Estuve preguntándola qué había pasado y ella respondió:
-No sé…fue todo muy confuso…Sólo
recuerdo a Rayo huyendo de mí asustado y el coche a lo lejos que casi no le
veía. No sé por qué no nos esperan ni nos vienen a buscar.
-Bueno yo…recuerdo esta pradera…sí. La
recuerdo muy bien. Sólo quedan unas dos horas si vamos al galope todo el rato y
llegaremos al club hípico con Stacy por fin.
-Me duele el hombro…me he caído y me he
hecho daño en el hombro.
-Cuando lleguemos podré curártelo.
Bueno, si quieres iremos al paso para no hacerte más daño en el hombro.
-Con el trote me basta. Ayúdame a
subir, por favor. –Rayo se había tumbado para ayudar a que María se subiera.
Ahora Rayo permitía que María le montase. Le había cogido cariño y la conocía.
Así que la dejó montar y nos fuimos a un trote ligero por la pradera mientras
yo la contaba lo del chico misterioso.
Que interesante es!!! Pero esta vez me a parecido que escribias menos de lo normal (aun que siento decirlo :/) aun asi, me sigue encantando.
ResponderEliminarSí, bueno, luego cuando lo revise quizás junte algunos capítulos que se me han quedado cortos. Pero el 6 y el 7 son más cortos aún jajaja xD
ResponderEliminarHas mejorado mucho. Y me gusta. Debes cambiar: "estuve preguntandola qué había pasado..." debería ser "preguntándole" (aunque sea chica) porque queda mal, también el "yo la contaba lo del chico misterioso" sería "yo le contaba".
ResponderEliminarRepetías un poco el nombre de María.
Me encanta el diseño, se ve más claro y cansa menos la vista.
¡Enhorabuena!
Un beso. (:
Yo creo que es con "la". Sí, bueno, cuando la revise a lo mejor lo cambio por un pronombre para no repetirlo tanto. El diseño es un caballo que se parece a Rayo ajajaj xD es más o menos como me lo imagino. Gracias ;)
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