Dejaros llevar por el contenido de este blog, introduciros en mi mundo, olvidaros de todo y empezad a soñar conmigo.

sábado, 4 de enero de 2014

Equitación

Un deporte como otro cualquiera, especial para todos los jinetes y amazonas. Tienes que tener mucha paciencia para llegar a controlar a un animal de 500 kg, 1'75 m por un idioma que no se habla. Las caídas, los daños, son cosas imprevisibles, que se sufren, pero que hay que superarlas. En este deporte se sufre, pero todo el vacío que te provoca ese sufrimiento, lo llena el amor que sientes por este maravilloso animal: el caballo. Cada vez que te acercas a él, cada vez que lo montas, que te diviertes con él, tu corazón palpita con fuerza, tu respiración va más rápida, sientes un escalofrío en la espalda. Pero no por miedo, sino por algo inexplicable, una sensación única y maravillosa que te provoca el estar con ese animal. Las personas que dicen que no es un deporte, no saben el sacrificio que tenemos que hacer los jinetes, no saben lo que sufrimos por nuestros caballos, no saben que nos ponemos en peligro cada vez que nos subimos a un caballo. No saben nada porque no son de nuestro mundo. Para ellos no es más que subirse a un animal y pensar que te obedezca leyéndote la mente. Pero nosotros sabemos que no eso. Es mucho más. Se establecen vínculos, lazos, amor, entre el animal que más queremos y nosotros hasta llegar a tal punto de que el caballo te lee la mente, mirándote a los ojos y lo mismo pasa con el jinete. Un animal fiel, cariñoso, que te ayudará a superar el día a día, y a ignorar a las personas que no son de nuestro mundo, que no entienden nada.

2 comentarios:

  1. Nadie lo habría dicho mejor, a mi me pasa eso, y a todos o casi todos lo que montan creo que también. Si, es inexplicable

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  2. Tengo esta misma entrada en mi tuenti, de hecho me la inventé en el tuenti y se me ha ocurrido ponerla aquí también. Gracias ;)

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